Agricultura y Domesticación


La agricultura surge en todo el planeta con el inicio del Holoceno, es decir, el calentamiento global del planeta que terminó la era glacial. El hombre primitivo comienza un proceso paulatino de sedentarización obligado por el cultivo. Los cultivos en su proceso cíclico crean las tradiciones, contribuyen a que el pueblo desarrolle nuevos instrumentos, desarrolle el lenguaje y cree una cultura mucho más elaborada. El nómada primitivo tenía menos tiempo para todo eso. Los cultivos crean riquezas que proteger (los productos deben almacenarse para prevenir eventuales desastres naturales que alteren las cosechas) y los pueblos sedentarios, en un proceso que no fue inmediato sino largo, paulatino y que implicó prueba-error, comienza también a crear el concepto de ciudad como un sitio determinado para salvaguardarse y salvaguardar sus nuevas riquezas.

La actividad agrícola en América datadas del periodo arcaico es evidente y demostrable, ante todo en cuanto al modo de organización, éstas se organizaban en tribus exogámicas; esto significa que cada tribu tenía un número determinado de miembros que cuando superaban la capacidad alimenticia del conjunto, alguno debía ser expulsado para dar nacimiento a una nueva tribu.

Durante este periodo, el hombre es fundamentalmente recolector, cazador y/o pescador; posee la compañía de animales que lo acompañen y su liderazgo se basa en la teoría del más apto, quien debe demostrar su supremacía para poder conservar el liderazgo del grupo.

Asimismo, el cambio en el modo de subsistir también influye en los cambios tecnológicos, las armas se vuelven más pequeñas y afiladas, destinadas a la caza de animales más pequeños como conejos, venados, etc. El hombre crea el lanzadardos, boleadoras y otro tipo de trampas.

Producto del descubriendo de cosecha anual, las tribus deben organizarse de otra manera, se vuelven necesariamente más cooperativas entre sí, todo lo que no es recolectado se pierde y se pudre, con lo cual, comienzan a sofisticarse la organización económica y política, en lo que refiere a división de territorios y comercial, en el intercambio de productos.

Más adelante se comprobará que lo que comenzó siendo una tribu, derivará en aldeas para convertirse, en algunos casos, en grandes imperios, tal es el ejemplo de Egipto y Mesopotamia y Costa Este de Estados Unidos, aparte de las civilizaciones sedentarias que surgieron en América del Sur alrededor del 4000 a.C. do por números yacimientos arqueológicos que contienen restos de herramientas líticas utilizadas para la labranza y alimentos fósiles. Casi todos los países contemporáneos de América tienen evidencias de actividad agricola y se puede saber que los productos de mayor cultivos fueron maíz, calabaza y patatas entre muchos otros que en la actualidad son productos contemporáneos y originarios del continente.

Animales domésticos y otros han sido encontrados en Mesoamérica y Suramérica con dataciones de hasta hace 10 mil años y en el continente se dio a la par con el resto del planeta, es decir, durante el neolítico. El siguiente cuadro comparativo muestra el surgimiento de la domesticación tanto de animales como de plantas en diferente partes del mundo y puede verse la mención a lugares americanos:


Caral-Supe, con dataciones que la sitúan en el 2627 a. C., es decir, casi a la par con las ciudades mesopotámicas, egipcias, indias y chinas, es la ciudad cuya datación arqueológica la ponen como la más antigua del continente. En cuanto al modo de organización, éstas se organizaban en tribus exogámicas; esto significa que cada tribu tenía un número determinado de miembros que cuando superaban la capacidad alimenticia del conjunto, alguno debía ser expulsado para dar nacimiento a una nueva tribu.

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